La terapia de bioestimulación capilar es una tecnología láser de diodo infrarrojo que se ha utilizado durante los últimos años en los Estados Unidos y Europa. Cuando el láser se aplica en el cuero cabelludo, produce un efecto bioestimulante con propiedades antiinflamatorias, deteniendo así la caída del cabello después del tratamiento.
Las personas con pérdida de cabello desarrollan una inflamación perifolicular que disminuye el metabolismo celular y «estrangula» los folículos. Los folículos comienzan a retroceder y el cabello se vuelve cada vez más fino y ya no crece tan completamente como antes. Este fenómeno se conoce como regresión miniaturizada del folículo piloso. Obviamente, el cabello eventualmente se caerá y cesará el crecimiento de nuevo cabello. Esta pérdida de cabello es lo que se conoce como calvicie.
Este dispositivo láser aumenta el flujo sanguíneo y elimina el efecto inflamatorio perifolicular, reactivando así el metabolismo celular y fortaleciendo el cabello. Los tallos de cabello miniaturizados comienzan a crecer y a hacerse más grandes, más largos y más gruesos, y la cobertura del cabello aumenta. Obviamente, los folículos pilosos terminales proporcionan una cobertura mucho mejor que los folículos pilosos en regresión mucho más finos.
Sin embargo, el cabello que ya no está allí no volverá a crecer. Es importante que el paciente comprenda que la bioestimulación no es una técnica de injerto capilar y no aumenta la cantidad de cabello, sino el volumen del cabello a través de un mayor calibre de cabello. Tanto los tallos de cabello miniaturizados como el cabello sano se volverán más resistentes.
Otro efecto es detener la caída del cabello porque la pérdida de cabello o la calvicie se previene poniendo fin a la inflamación de los tallos del cabello que aún no han alcanzado la etapa regresiva.
Estas características han sido observadas como parte de varios estudios americanos y europeos con miles de participantes. Así, los niveles de satisfacción han alcanzado cerca del 100% en cuanto a calidad, volumen y brillo del cabello. Ciertos datos indican que cerca del 90% de los participantes han reportado un cabello más sano y hasta el 80% de los participantes han reportado un cabello más grueso y una cobertura más densa.
El láser está equipado con más de 90 diodos que cubren completamente la superficie del cuero cabelludo que se ha quedado calvo. Este procedimiento es completamente indoloro y no invasivo y no tiene ningún efecto secundario.
Protocolo de tratamiento
Se trata de un tratamiento intensivo de un año de duración, que se realiza dos veces por semana durante los dos primeros meses, luego una vez por semana durante siete meses y una vez cada dos semanas durante los tres últimos meses.
Es un protocolo basado en la investigación, llevado a cabo con varios médicos, que ha demostrado ser muy eficaz. Obviamente, dado que nada es permanente y no es un tratamiento de implante capilar, este tratamiento requerirá un seguimiento cada 6 a 8 semanas para mantener los beneficios capilares.
Cada sesión de tratamiento dura entre 20 y 30 minutos.
También existen peines de diodo láser que son obviamente mucho menos potentes pero que ofrecen ventajas innegables para su uso en casa después de un tratamiento intensivo con láser.